miércoles, 1 de noviembre de 2017

Acercárnos a Dios de nuevo

Hola queridos lectores,
Me gustaría compartir mi reflexión. Creo que hay momentos en los que sentimos que no somos dignos de estar en presencia del Señor, por haber hecho tal o cual cosa, por creernos poco frente a El, por compararnos con otras personas que pensamos llevan una vida cristiana ejemplar. Entonces, nuestra conciencia no nos permite abrirnos a la gracia del Señor, empezamos a alejarnos de su presencia, de la oración, del compartir en comunidad.

El resultado es un sentimiento de vacío interior, algo nos falta, experimentamos el amor de Dios de manera distante. Como el sol cuando ilumina desde lejos y sentimos su calor, pero ese sol cada vez va apagándose más en nuestra vida. Y ahi es donde las cuestiones humanas invaden nuestro existir, empezamos a preocuparnos en desmedida del dinero, de estructurar nuestras actividades con detalle, de planear nuestro futuro paso por paso. Como si la vida dependiera solamente de nuestros planes. Soy conciente que nuestras decisiones y acciones determinan nuestro futuro. Pero no es eso solamente, hay algo mas, y eso es la Voluntad de Dios. Su presencia se percibe. Creo que a Dios se lo puede ver, en los detalles que nos regala cada día, en esas “coincidencias”, en esas personas que nos brindan todo de ellos para que podamos estar bien y a gusto, en la majestuosidad de la naturaleza a nuestro alrededor. En las palabras que nos llegan como bálsamo a un corazón herido y en sequedad.

Creo que la vida no es solamente trabajar, estudiar, dormir, alimentarnos y seguir el circulo sin fin del capitalismo frío en el que estamos insertos actualmente. Creo que hay mucho más. A veces siento que estoy inmersa en un mundo de vorágine, apresurado, donde todos corren apurados, pero sin rumbo cierto. Pensando que llegarán a una meta en donde serán felices y plenos, y no se dan cuenta que la felicidad está en el camino y no en esa meta.

Dios siempre está a nuestro lado, y se manifiesta de forma que podamos verlo y experimentarlo. Lo vemos en pequeños gestos, lo sabemos pero no lo queremos admitir. Quizás por miedo al que dirán. Pero te aseguro que hay muchas personas que les gustaría escuchar de tu boca palabras de fe para poder alivianar un poco la carga que siente en su vida. Con máscaras de disfrute y felicidad cuando en realidad en el fondo hay mucha tristeza y desolación. Risas que ocultan llantos, alegría falsa que tapa una tristeza profunda en el ser, el hacer que oculta el ser.

Te invito a volver a acercarte al Señor, en la oración, en las actividades que pienses que te ayudarán a poder experimentar Su Amor vivo en las personas que te rodean. Piensa quienes son las personas que te acompañan en el caminar de tu existencia, porque ellos son determinantes en el rumbo que tomarás. Es bueno ir de la mano de personas de fe a quienes sepas que puedas recurrir en momentos de fragilidad humana que sólo puede ser aliviado con el suave arrullo del profundo Amor que Dios Padre nos tiene. Somos importantes para El.

Una vez me dijeron en un retiro espiritual, que debemos recordar que Dios es el Rey de Reyes, entonces Sus hijos, son príncipes y princesas. Tú eres su príncipe, tu eres su princesa. Y la mas hermosa de todas, la mas preciada. Compórtate como tal, con humildad y seguridad, con la dignidad propia de ser hijo/a del Rey de Reyes, nuestro Señor.

 Eres muy valioso, valórate entonces y sigue adelante que hay mucho por vivir!!
Bendiones! Te quiero!!

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